September 18, 2025

Comprender el dolor: Factores, impacto y estrategias para afrontarlo

«¿Quién, excepto los dioses, puede vivir largo tiempo sin dolor?»  - Esquilo -

¿Qué es el dolor?

El dolor, lejos de ser únicamente un síntoma físico, constituye una experiencia sensorial y emocional desagradable, generalmente asociada a una lesión o patología de los tejidos corporales. Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, su definición abarca tanto la dimensión fisiológica como la emocional y social.

Si bien el dolor agudo cumple una función adaptativa —nos protege de lesiones externas—, el dolor crónico pierde esa finalidad y se transforma en una fuente permanente de sufrimiento. Entre un 10 % y un 25 % de la población convive con dolor crónico, lo que les agota psicológicamente, deteriora su carácter y merma progresivamente su calidad de vida.

Componentes del dolor: físico, psicológico y social

El dolor no solo se vive en el cuerpo. Incorpora dimensiones psicológicas (pensamientos y emociones negativas) y sociales (impacto en las relaciones personales). Para abordar el dolor de manera integral, es necesario trabajar en estos tres planos, ya que el enfoque estrictamente farmacológico suele ser insuficiente.

Ejemplo real: Los tres componentes del dolor

El caso de Anca, una mujer de 38 años diagnosticada de fibromialgia, aporta claridad sobre la vivencia total del dolor crónico:

  • Físico: Dolor articular incapacitante.
  • Psicológico: Pensamientos de culpa (“soy una mala profesional, una mala madre”), ansiedad creciente, inicio de depresión.
  • Social: Falta de comprensión por parte de su entorno, sensación de soledad y decepción por la respuesta de los profesionales sanitarios.

Factores psicológicos en la cronificación del dolor

No importa la causa ni el tipo de dolor crónico: los factores psicológicos son esenciales en su cronificación. Además del uso de analgésicos, la psicoterapia es imprescindible para su abordaje.

Aspectos emocionales:

Ansiedad, depresión e ira son las emociones más frecuentes vinculadas al dolor crónico.

  • Ansiedad: El miedo al movimiento (“kinesiofobia”) lleva a la persona a evitar cualquier esfuerzo físico. Esto disminuye el dolor a corto plazo, pero reduce la masa muscular y refuerza el proceso doloroso.
  • Depresión: Más de la mitad de quienes padecen dolor crónico también sufren depresión, y viceversa.
  • Ira: La sensación de injusticia se traduce en rabia hacia el entorno, lo que agrava el aislamiento y el sufrimiento.

Ejemplo: Cambios vitales no aceptados

El caso de Laila, de 78 años, sugiere cómo la falta de aceptación tras un ictus y la resistencia a asumir las secuelas físicas pueden cronificar el dolor, mezclando irritabilidad, duelo no resuelto y empeoramiento emocional.

Aspectos cognitivos:

El dolor crónico modifica la visión del mundo y genera patrones de pensamiento repetitivos y limitantes. Destacan tres tipos de pensamientos:

  • Rumiación: No poder dejar de pensar en el dolor.
  • Magnificación: Sentir que el dolor es más intenso y duradero de lo que es.
  • Desesperanza: Creer que no se puede hacer nada para disminuir el dolor.

Estos pensamientos alimentan la sensación de poca autoeficacia y llevan a un uso excesivo y poco efectivo de analgésicos.

Factores sociales: El papel del entorno

El ser humano es social por naturaleza y busca comprensión y apoyo. El dolor, a veces, se convierte en una herramienta inconsciente para recibir afecto o atención, lo que puede perpetuar ciertas dinámicas de dependencia y aislamiento.

Conductas como la evitación del movimiento o la sobreprotección familiar agravan el pronóstico del dolor. La tendencia de los familiares a realizar todas las actividades del enfermo refuerza conductas de evitación y aumenta la cronificación.

Estrategias psicológicas para afrontar el dolor

El dolor crónico implica una pérdida irreversible y demanda realizar un duelo de la vida anterior. Las técnicas psicológicas se centran, fundamentalmente, en la aceptación de los sucesos negativos y en reencuadrar su significado.

Técnicas principales:

1. Aceptación y duelo

  • Postura de aceptación: Palmas de las manos hacia arriba y cuerpo relajado.
  • Mentalización de frases como: “Así son las cosas, así es la vida, esto es lo que hay.”
  • Reflexión sobre posibles ganancias derivadas de la enfermedad (ej. más tiempo libre, mejor comprensión del sufrimiento humano), sin dejar de reconocer la pérdida.
  • Aceptación básica: “Sé que la felicidad está en mi mente, por eso puedo seguir siendo feliz, aunque tenga que convivir con la enfermedad”.

2. Enfoque en el presente

Centrarse en el dolor del momento presente sin anticipar sufrimientos futuros. Esto ayuda a romper el ciclo de rumiación y reduce el impacto emocional.

3. Movimiento y técnicas de relajación corporal

Evitar la inmovilidad prolongada, movilizar el cuerpo progresivamente para vencer la kinesiofobia, e introducir ejercicios de relajación muscular y body scan.
La técnica de body scan compasivo combina atención plena y autoafecto hacia todas las zonas del cuerpo, incluso las que generan rechazo o sufrimiento.

4. Manejo de la reacción emocional

Separar la sensación física del dolor de los pensamientos y emociones. Generar aceptación y autocuidado hacia las zonas doloridas, cambiando de forma consciente la respuesta emocional.

Práctica guiada: Body Scan Compasivo

Adopta la posición sentada o, como es frecuente en el body scan, la posición tumbada boca arriba. Lleva tu atención a la cabeza. Concéntrate en la frente, lugar habitual de contracturas en forma de arrugas transversales. En los ojos, permitiendo que los párpados descansen relajados. Y en la boca, observando si la lengua está apoyada en el paladar y si la presión que ejercen los labios no es excesiva. Percibe toda la caray la cabeza en su conjunto. Si notas dolor o malestar, presta atención compasiva a esa parte de tu cuerpo, deseando que se recupere pronto y agradeciéndole su función.

Muévete hacia el cuello y la garganta, permitiendo que se relajen y observando cualquier sensación de tensión o malestar. Sigue bajando hacia los hombros y pecho, llenando todo tu cuerpo con una sensación de bondad y afecto. Nota cualquier molestia e invítale a que se suavice y diluya. Lleva tu atención compasiva hacia cualquier dolor o emoción negativa. No te resistas, deja que sea así.

Traslada la atención a tus brazos simultáneamente, desde la parte superior hasta los dedos. Si estás teniendo problemas en este período de tu vida, deja que tu mano se apoye en el corazón, sintiendo que ese contacto te reconforta y suaviza esa emoción negativa. Continúa con el ombligo, la espalda, la pelvis, llevan-do tu atención compasiva a cualquier zona donde exista malestar. También puedes volver a la respiración o repetirte frases de autocompasión como «puedo tener salud», «puedo sentirme seguro», «puedo tener paz» u otras que más te resuenen. Puede simplificarse diciendo solo los adjetivos «paz», «salud»,«bienestar».

Lleva la atención ahora a ambas piernas de forma simultánea desde su parte superior hasta la punta de los pies. Si hay alguna zona tensa, dirige allí tu atención compasiva. Hay veces en que resulta muy difícil focalizar la atención en alguna zona porque está asociada a un recuerdo desagradable. Si es así, puedes saltártela.

Por lo general, los conflictos con el cuerpo surgen por dos razones: por causas estéticas —no nos gusta esa zona de nuestra anatomía— o por motivos funcionales —esa parte del cuerpo duele, está enferma o no funciona como nosotros querríamos—. Habitualmente nos resulta más difícil conectar con las zonas con las que tenemos conflicto. Si podemos, visualizamos esa zona, podemos tocarla con las palmas de las manos, y sentimos que la respiración se desplaza a esa zona a la vez que enviamos nuestro afecto y calor.

Finaliza con una sensación de compasión y afecto para todo tu cuerpo, pese a que haya zonas que no te gusten, pese a que no estés satisfecho con tu peso o pese a las enfermedades o alteraciones que puedas tener. Siente que puedes querer este cuerpo como es ahora a pesar de que no sea perfecto. Agradece todo lo que hace tu cuerpo por ti.

En Oriente se dice que los seres humanos somos responsables del cuidado de una parte del universo, y esa parte es nuestro cuerpo.

Progresivamente, ve moviendo las diferentes partes de tu cuerpo y toma conciencia de que vuelves al lugar donde estás. Intenta llevar esta actitud autocompasiva al resto del día.

Esta práctica es válida no solo para el dolor crónico, sino también para alteraciones estéticas, funcionales o durante situaciones difíciles de la vida.

Afrontando el aislamiento y el enfado

La tendencia a aislarse por la incomprensión o la rabia hacia el mundo —habitual en procesos de duelo por enfermedad— debe abordarse con prácticas de aceptación y autocompasión, buscando evitar el círculo vicioso de aislamiento y cronicidad.

Conclusiones y recordatorio esencial

  • El dolor es el síntoma más común entre los seres humanos y afecta en tres niveles: físico, psicológico y social.
  • Abordar todos estos niveles es imprescindible para un manejo eficaz.
  • La aceptación, el body scan y otras técnicas de mindfulness y compasión ayudan a reducir el sufrimiento.
  • Es clave evitar dependencias relacionales y la sobreprotección del entorno, así como abordar y canalizar emociones como la ira o la tristeza.

Referencia cultural: El ejemplo de Job

La tradición relata cómo Job, tras perder todo y sufrir enfermedad y dolor intenso, “nunca mostró enfado hacia nadie ni perdió la fe”, sostenido por la reflexión: “Dios me lo dio, Dios me lo quitó”. Muchas personas, al enfermar, sienten que es injusto y abandonan la práctica espiritual, privándose de mecanismos útiles de afrontamiento.

Puedes comprar mi nuevo libro “Adiós al Sufrimiento Inútil”. Harper Collins Ibérica ISBN978-84-19809-59-9 pinchando en el siguiente enlace:

Comprar "Adiós al sufrimiento inútil"

Adiós al sufrimiento inútil - Javier García Campayo

SIGUE LEYENDO

Posts muy interesantes

El sufrimiento: comprensión profunda, tipos y claves para su gestión

El sufrimiento: comprensión profunda, tipos y claves para su gestión
Reflexión sobre el origen, sentido y gestión del sufrimiento humano. Descubre cómo comprender sus tipos y abordarlo para transformar la vida y favorecer el crecimiento personal.
LEER MÁS

Presentación de mi nuevo libro: “Adiós al sufrimiento inútil”

Presentación de mi nuevo libro: “Adiós al sufrimiento inútil”
Cómo afrontar el dolor, superar los momentos difíciles y controlar nuestras emociones.
LEER MÁS

La deconstrucción del yo y la consciencia no-dual: hacia una comprensión profunda de la experiencia humana

La deconstrucción del yo y la consciencia no-dual: hacia una comprensión profunda de la experiencia humana
Explora en profundidad la deconstrucción del yo y la consciencia no-dual a través de escalas como la NETI. Descubre cómo la metacognición, el descentramiento y el no apego influyen en el bienestar psicológico desde una perspectiva meditativa y científica.
LEER MÁS

¿Necesitas saber más?

Suscríbete a nuestra newsletter para recibir todas las novedades sobre mindfulness, cursos, podcasts y otras técnicas para mejorar tu salud.

Gracias por suscribirte! Pronto empezarás a recibir nuestras noticias
Uups! Algo ha ido mal cuando intentabas suscribirte.